Terapia del trauma con apoyo de la IA: oportunidades y retos

Las experiencias traumáticas pueden acarrear graves consecuencias psicológicas, como el trastorno de estrés postraumático (TEPT). El tratamiento de los trastornos traumáticos requiere el apoyo individual y profesional de psicoterapeutas. Pero, ¿cómo puede la inteligencia artificial (IA) apoyar o complementar la terapia traumatológica? ¿Qué ventajas y riesgos conlleva?

IA en el diagnóstico y la prevención de los trastornos traumatológicos

La IA también podría ayudar a identificar a las personas traumatizadas en una fase temprana y ofrecer medidas preventivas. Por ejemplo, las aplicaciones o chatbots asistidos por IA podrían proporcionar a los afectados información, consejos o ejercicios para hacer frente a los síntomas traumáticos. Estas intervenciones digitales podrían proporcionar un medio anónimo y de bajo umbral de acceso a la ayuda psicológica.

La IA en la terapia de las secuelas traumáticas

Un posible campo de aplicación de la inteligencia artificial es el apoyo al diagnóstico de enfermedades mentales. Por ejemplo, los modelos basados en IA a partir de diversos parámetros podrían proporcionar indicaciones sobre la dirección en la que podría ser útil un diagnóstico más profundo y facilitar así el diagnóstico. Esto podría hacerse, por ejemplo, analizando patrones del habla, expresiones faciales, gestos o datos fisiológicos.

La IA también podría utilizarse en la terapia de las secuelas del trauma, por ejemplo, como complemento o alternativa a la psicoterapia convencional. Podrían utilizarse diferentes métodos, como:

- Realidad virtual (RV): La RV permite recrear situaciones traumáticas en un entorno controlado y seguro y realizar así una terapia de exposición. El entorno de RV podría adaptarse mediante IA a las necesidades y reacciones individuales del paciente.

- Terapia avatar: la terapia avatar es una forma de psicoterapia conversacional en la que los pacientes interactúan con un homólogo virtual controlado por IA. Podría ser, por ejemplo, una persona traumatizada con la que el paciente puede dialogar para procesar la experiencia.

- Programas informáticos basados en IA: los programas informáticos basados en IA podrían servir de apoyo a la terapia de las secuelas traumáticas, por ejemplo, ofreciendo comentarios, recomendaciones o recordatorios personalizados. También podría facilitar la documentación y evaluación de la terapia.

Cuestiones y retos éticos

Sin embargo, el uso de la IA en la terapia traumatológica también plantea problemas y retos éticos que deben tenerse en cuenta. Algunos de ellos son:

- Protección de datos y seguridad: El tratamiento de datos sensibles sobre experiencias traumáticas requiere un alto nivel de protección contra el uso indebido o el acceso no autorizado. Deben adoptarse medidas tanto técnicas como jurídicas para proteger la intimidad y la autonomía de los pacientes.

- Calidad y eficacia: La calidad y la eficacia de las intervenciones basadas en la IA deben probarse y evaluarse científicamente antes de que puedan aplicarse en la práctica. Esto también debe tener en cuenta los posibles efectos secundarios o daños que podrían derivarse de una IA defectuosa o inadecuada.

- Confianza y relación: La relación entre paciente y terapeuta es un factor esencial para el éxito de la terapia traumatológica. La confianza, la empatía y el respeto desempeñan un papel importante. ¿Cómo puede construirse y mantenerse esa relación con una IA? ¿Cómo puede una IA complementar o sustituir la interacción humana sin reemplazarla ni ponerla en peligro?

Conclusión

La IA ofrece muchas posibilidades para mejorar o potenciar la terapia del trauma. Sin embargo, también deben tenerse en cuenta los aspectos éticos y los retos asociados al uso de la IA en este ámbito tan delicado. Por lo tanto, son necesarias la cooperación interdisciplinaria y el discurso crítico para explorar las oportunidades y los riesgos de la IA en la terapia traumatológica y darles forma de manera responsable.